El Santo Jerarca Juan Maxímovich nació en la región de Járkov en 1896 y reposó en Seattle en 1966.
En 1921, durante la Guerra Civil Rusa, su familia huyó a Belgrado, uniéndose a las filas de los exiliados rusos en Serbia, donde Juan se hizo monje y posteriormente fue ordenado sacerdote. En 1934 fue consagrado Obispo de Shanghai, donde sirvió hasta que los comunistas llegaron al poder en China. Después sirvió en Europa, primero como Obispo en París y luego en Bruselas, hasta que lo nombraron Arzobispo de San Francisco en 1962.
A lo largo de toda su vida fue reverenciado como estricto asceta, devoto hombre de oración y maravilloso sanador anárgiro de todo tipo de aflicciones y males. Celebraba la Divina Liturgia a diario, dormía poco más de una hora al día y practicaba un ayuno estricto hasta la tarde.
Apenas habrá habido otro hombre aue haya dado tanta protección y consuelo como él al pueblo ortodoxo ruso en el exilio después de la Revolución de 1917; fue un pastor incansable y celoso en China, Filipinas, Europa y América. Gracias a su trabajo misionero, también introdujo en la Iglesia a muchos de fuera.
Desde su reposo en 1966, ha sido especialmente glorificado por Dios mediante señales y milagros, y su cuerpo ha permanecido incorrupto.