18/09 - Eumenio el Taumaturgo, Obispo de Gortina


Desde una edad muy temprana, San Eumenio se destacó por su vida virtuosa. Se esforzó por servir al Dios único y, por lo tanto, rechazó las tentaciones mundanas. Preocupado por la salvación de su alma, distribuyó toda su riqueza a los pobres. Se sometió a sí mismo a muchas duras pruebas y ejercicios de disciplina.


La templanza era la virtud que más le caracterizaba, porque en su mente tenía siempre el consejo del Apóstol Pablo, "Todo aquel que lucha, de todo se abstiene" (1 Cor 9,25). Y Eumenio, siguiendo las palabras del Apóstol inspirado por Dios, lo consiguió. Fue hecho digno de oficiar la Liturgia y de ser elegido obispo de Gortina en Creta. El santo, como padre compasivo, consoló a su rebaño en sus penas y cuidó de los huérfanos y de los indigentes. 


Su virtud brilló todavía más, y sus oraciones eran tan fuertes, que Dios le otorgó la gracia y la fuerza de hacer milagros. La tradición hace referencia a que una vez quemó con antorchas a un dragón (en sentido espiritual) que arremetió contra él.


Después Eumenio se fue a Roma, donde con su divina enseñanza y sus milagros afianzó a los creyentes. San Eumenio defendió sabia y celosamente la fe ortodoxa contra la herejía monofisita. Más tarde abandonó Roma, dirigiéndose a la Tebaida, en el Alto Egipto. Allí, y sin quererlo directamente, se acabó la sequía que azotaba aquellas tierras a través de sus oraciones. En aquel lugar entregó su alma en manos de Dios en el siglo VII.


Los habitantes de allí enviaron las santas reliquiad del santo junto con su rebaño, a su patria de Gortina. Allí fue enterrado en un lugar llamado "Raxos", donde se encuentran  también las santas reliquias del santo Cirilo, anterior Obispo de Gortina.



Fuente: laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

Adaptación propia