Cuadrado (algunas veces escrito como “Cuadrato” o "Codrato"), fue uno de los Setenta Apóstoles y predicó el Evangelio en Grecia, donde eventualmente llegó a ser obispo de Atenas. Su magnífica “Apología” de la vida cristiana, escrita en el año 126 d.C., jugó un papel fundamental en el convencimiento del Emperador Adriano (117-138) para que refrenase a sus soldados de castigar sin ninguna prueba a aquellos acusados de ser Cristianos.
Pero ese gesto pacífico por parte de los romanos duró bastante poco, y cuando el santo retó al príncipe local, que estaba persiguiendo a los cristianos, el gobernador lo hizo torturar y luego decapitar.
Posteriormente, citada por Eusebio -quien describió a Cuadrado como “un hombre de entendimiento y de Fe Apostólica”,- la “Apología” habló elocuentemente de la fe Cristiana que para el Siglo II ya estaba propagándose rápidamente a través de Tierra Santa.
Las curaciones que realizó Cuadrado, así como los muertos que resucitó, fueron visibles para todos.
Otro notable historiador de ese período, San Jerónimo (342-420), mostró un relato brillante de Cuadrado en su vívida descripción de los primeros Cristianos, “Hombres Ilustres.” San Jerónimo lo describe así en el Capítulo 19: “Cuadrado, discípulo de los Apóstoles, sustituyó a Publio, Obispo de Atenas, quien fuera coronado con el martirio a causa de su fe en Cristo. Y por su fe y su laboriosidad reunió a la Iglesia que estaba dispersa a causa del temor.”
“Y cuando Adriano pasó el invierno en Atenas para presenciar los misterios Eleusis y fue iniciado en casi todos los misterios sagrados de Grecia, aquellos que odiaban a los Cristianos usaron esta oportunidad para acosar a los creyentes”.
Poderoso escritor y pensador, pero al mismo tiempo humilde discípulo del Señor, Cuadrado es recordado en el presente como un Obispo que se dedicó completamente a su rebaño y como un mártir que sacrificó su cuerpo para la Gloria y el servicio al Dios Todopoderoso.
Fuente: laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com