25/10 - Los Santos Mártires Marciano y Martirio los Notarios


Estos santos eran notarios y «gramáticos» (escribas o secretarios especialistas en gramática) que servían bajo el mandato del Patriarca Pablo de Constantinopla, en tiempos del Emperador Constancio (337-361).


Después de la muerte del gran emperador Constantino, la herejía arriana, que hasta entonces había sido contenida, surgió de nuevo y comenzó a difundirse. Incluso el mismo emperador Constancio se inclinó a ella.


Había dos influyentes nobles en la corte, Eusebio y Felipe, que eran fervientes arrianos. Por la influencia de estos, el Patriarca Pablo fue depuesto y expulsado a Armenia, donde los arrianos lo estrangularon en el año 344, y el indigno Macedonio se apoderó del trono patriarcal.


En aquel tiempo, cuando la Ortodoxia tenía dos feroces luchas entre manos -contra los paganos y los herejes-, Marciano y Martirio se decantaron decisivamente y con toda su fuerza por el lado de la Ortodoxia, proclamando abiertamente: «El Hijo de Dios es consustancial con el Padre y Dios por naturaleza».


Marciano era Lector, y Martirio subdiácono en la Iglesia Catedral de Santa Sofía; ambos brillaron por su reverencia, modestia, santidad y virtud. Los arrianos al principio trataron de sobornarlos, pero cuando los dos santos varones rechazaron esto con desprecio, los herejes los condenaron a muerte. 


Al ser llevados ante el verdugo, levantaron sus manos en oración a Dios, dándole gracias por terminar sus vidas como mártires: «Oh Señor, nos regocijamos por dejar este mundo con una muerte como esta. ¡Haznos dignos de ser partícipes de la vida eterna, oh Vida nuestra!». Entonces pusieron sus cabezas bajo la espada y fueron decapitados en el año 355 d.C.


San Juan Crisóstomo luego construyó una iglesia dedicada a ellos sobre sus reliquias milagrosas en Constantinopla, que fue acabada por el Patriarca Sisinio.



Fuente: goarch.org / laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com