San Alipio nació hacia el año 505 en la ciudad de Adrianópolis. Ya antes de su nacimiento, su cristiana madre tuvo una visión premonitoria de la gloria futura del niño. Luego esta enviudó, siendo aún muy joven, y envió a su hijo a ser educado por el obispo Teodoro, entregó sus pertenencias a los pobres y comenzó a vivir como asceta y diaconisa cerca de la iglesia donde había enviado a su hijo.
Alipio fue nombrado diácono y tesorero de la Iglesia de Adrianópolis (en la actual Turquía) hasta que a los 30 de años manifestó su intención de retirarse a la soledad pese a que el obispo Teodoro no se lo permitía.
Una vez, acompañando al obispo en un viaje a Constantinopla, San Alipio vio en una visión a Santa Eufemia (conmemorada el 16 de Setiembre) quien le pedía que fundara una iglesia en su nombre en Adrianópolis.
Con las contribuciones de los fieles de Adrianópolis, San Alipio construyó una iglesia bajo la construcción de Santa Eufemia, en un antiguo templo pagano. Al lado del templo, donde existía un altar pagano, San Alipio construyó una columna donde subía a rezar y a enseñar a los fieles que venían a él. Por cincuenta y tres años San Alipio luchó contra Satanás en ese lugar, rezando y aconsejando a los cristianos que venían buscando su ayuda. Se dice que Alipio tenía poder para predecir el futuro y sanar a los enfermos.
Se cuenta que una noche los demonios comenzaron a arrojarle piedras mientras él oraba de pie en ese pilar. San Alipio quería luchar contra los espíritus de la oscuridad, y tomando lo que le servía como humilde techo se protegió de ellos. Por su perseverancia, los demonios abandonaron para siempre aquel lugar.
Catorce años antes de su muerte, San Alipio perdió la posibilidad de ponerse de pie. Tuvo que pasar ese tiempo recostado sobre uno de sus costados por la debilidad de sus piernas y soportó muy difíciles enfermedades con humilde gratitud. Dos monasterios se levantaron alrededor de la columna levantada por el santo: uno para hombres y otro para mujeres. San Alipio es recordado por haber introducido reglas monacales para ambos monasterios y los dirigió hasta su muerte.
Durmió en el Señor el año 640, a la edad de 118 años (otros dicen que 99). El cuerpo de este venerable santo fue depositado en la iglesia que había fundado en honor de Santa Eufemia. Sus reliquias sanaron a aquellos que las veneraron con fe. Se cuenta, por ejemplo, que un poseso fue liberado de su enfermedad al acostarse sobre su tumba.
La reliquia de su cabeza se encuentra en un monasterio del Monte Ato, al cual en 1428 se unieron las comunidades fundadas por san Alipio. Se le dedicó un monasterio en Constantinopla y se lo representa en un mosaico en la basílica de San Marcos de Venecia junto a san Simeón el viejo.
San Alipio es invocado contra la esterilidad.
Fuente: crkvenikalendar.com / El Testigo Fiel
Adaptación propia