21/12 - Juliana de Nicomedia y sus 630 Compañeros Mártires


Las Actas sobre Juliana son muy antiguas, pues ya estaban escritas en el año 568.


Nació en el seno de una familia pagana, de padre ateo y madre agnóstica, alrededor del año 285 de la era cristiana, en la antigua ciudad de Nicomedia, Reino de Bitinia en lo que hoy en día es la parte asiática de la actual República de Turquía.


La ‘passio’ dice que Juliana era hermosísima y que su padre era un senador llamado Africano. Juliana, ya convertida y bautizada en secreto, hizo voto de virginidad. En el año 305, imperando Maximiano, fue conminada por su padre a casarse. Juliana se negó primeramente aduciendo que no se casaría con alguien a menos de que fuera prefecto de la ciudad. Para Eleusio esto fue un acicate, así que logró ser prefecto. Y hubo boda, y entonces Juliana, la noche de bodas le dijo que no estaba dispuesta a casarse con un pagano, por lo que tenía que convertirse. El marido le dice que solo quiere humillarlo y que, si cambiase de fe, el emperador le cortaría la cabeza. La respuesta de Juliana fue: "Si temes tanto al emperador terrenal, ¿cuánto más deberías temer al emperador celestial? Haz como mejor te parezca, pero has de saber que te engañas". Y le dejó plantado, volviéndose a su casa, pero allí le tocó una paliza por parte de su padre, que la tomó del pelo y a rastras la devolvió a su marido.


Pero en vano: Juliana confesó su fe con más ardor que nunca. Como suele pasar, el prefecto mudó su amor en odio y mandó la desnudasen y apaleasen. Mientras más firme aparecía Juliana, más se enfurecía Eleusio. La sometieron a varios tormentos como colgarla de los pelos y verter plomo hirviendo sobre su cuerpo. Al no lograr nada, la metió en la cárcel. Estando en la cárcel, se le presenta el demonio con apariencia de ángel:


-Demonio: "Juliana, soy un enviado de Dios para convencerte de que sacrifiques a los ídolos. No pretendas continuar sufriendo dolor, ya has padecido bastante. Esto debe terminar".

-Juliana: "Señor Dios, no permitas que me pierda. Deja claro quien es el que me da este consejo".Entonces una voz del cielo ordenó al "mensajero" revelar su identidad.

-D: "Yo soy un demonio. Mi padre me ha enviado aquí para decirte que estás en el camino equivocado".

-J: "¿Quién es tu padre?"


-D: "Es Belcebú. Él nos envía a todas partes para llevar a cabo malas acciones. Para mi desgracia he sido enviado aquí, pues no te puedo convencer". 

Y aquí viene una larga disertación del diablo de como posee a los cristianos que no oran bien, no atienden los sermones ni siguen las enseñanzas de los pastores de la Iglesia. Entonces Juliana tomó al diablo, lo lanzó al suelo y comenzó a golpearlo con las mismas cadenas que antes llevaba ella. Mientras el demonio gritaba: "¡Oh, poderosa Juliana, ten compasión de mí!". En ese momento el juez mandó llamar a Juliana y esta, según la tradición, se encaminó a ser juzgada con el diablo atado cual perrito. El diablo le suplicaba: "Juliana, ten compasión, no me hagas aparecer tan ridículamente ante la gente. Así nunca tendrán miedo de mi y no podré poseer a nadie. ¿No dicen acaso que los cristianos son compasivos? Pues en ti no he hallado compasión alguna". Pero alguna halló realmente, pues Juliana finalmente lo dejó libre tras arrastrarlo a una letrina y lanzarlo allí. 

Juliana llegó ante el juez, que la condenó a padecer el tormento de la rueda, pero un ángel la rompió y le sanó de las heridas. También padeció el potro, que la descoyuntó. Luego la mandó meter en un caldero de plomo hirviendo, lo cual fue para Juliana como un baño relajante. Finalmente fue decapitada, no sin antes ver de nuevo al mismo diablo en forma de muchacho, que gritaba pidiendo más tormentos para ella, pero con solo mirarlo, se escondió rápidamente, redordando la paliza que le había dado la santa. Todos los que vieron estos prodigios, 500 hombres y 130 mujeres, se convirtieron y fueron martirizados. El último prodigio fue la muerte de Eulosio y 34 hombres suyos en una tormenta marina, además de ahogarse, los cuerpos fueron comidos por las aves y las fieras en la playa. Corría el año 299. Juliana sufrió el martirio con tan solo 18 años.

Culto y reliquias


Sus reliquias han recorrido varios sitios, y se han dispersado. Reclaman tener su cuerpo o trozos del mismo, lugares tan diferentes como España, Portugal, Alemania, Francia o Bélgica. En Hal, El Tirol, se venera una cabeza, y en Notre Dame de Sablon, Bruselas, hubo un cuerpo casi completo. Las reliquias más conocidas, tal vez, sean las españolas, en Santillana del Mar, Cantabria. Allí hay una sepultura muy posterior a la santa, mientras que las reliquias se guardan en un relicario del siglo XV.

Juliana es patrona de los partos, los vidrieros y emplomadores. Se la invoca contra las tentaciones, la muerte inesperada y las infecciones. Y también es patrona de los endemoniados, los tentados y oprimidos.



Fuente: GOARCH / Religión en Libertad

Traducción del inglés y adaptación propias