22/02 - Nuestros Justos Padres Talasio y Limneo

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Los santos Talasio y Limneo son mencionados por Teodoreto de Ciro y en el Sinaxario de Constantinopla.


San Talasio tenía una ermita en una pequeña montaña en un pueblo de Ciro llamado Tilimas. Allí oraba, estudiaba y cultivaba una pequeña y fértil parcela de tierra. También bajaba a los pueblos cercanos y enseñaba la palabra de Dios.


Limneo, más joven que Talasio, cuando tuvo noticias suyas, vino a él y aprendió de este buen maestro un modelo de vida solitaria genuina y verdadera. Tras la Dormición en el Señor de San Talasio, se dirigió a San Marón, cuya vida imitó. Subió a la cima de una montaña cerca de la ciudad de Targala y cercó con piedra un terreno en el que vivió ascéticamente, sin hogar, durante treinta y ocho años enteros, expuesto al frío y al calor. El Dios Santo lo honro con el don de hacet milagros.


Pero la mayor gloria de Limneo son las obras que hizo en favor de los ciegos. Construyó otras celdas cerca de su celda, que preparó como refugio para ciegos. Y les dio no solo cobijo, sino también alimento con las limosnas que le daban los cristianos devotos. También cuidaba de sus almas. "¿Qué significa, dijo, preocuparse sólo por el cuerpo de los desafortunados? Limitar la caridad a este punto es como hacerlo con los animales. Lo importante es hacer el bien integral, cuidando la iluminación del espíritu”. Así que sus protegidos estaban felices. Porque, aunque no tenían ojos físicos, recibían espiritualmente y gozaban de la luz de la verdad de Cristo. Después de todo, el Señor siempre ha sido la luz perfecta, que ilumina a todo ser humano que viene al mundo.


San Limneo murió y fue llorado por sus hijos ciegos, que testimoniaron el gran cuidado y cariño con que los trató.



Fuente: saint.gr

Traducción del griego: Google Translator

Adaptación propia