De nuestros justos Padres conmemorados hoy, San Marcos de Atenas vivió en el siglo IV. Nacido en Atenas de padres paganos, creyó en Cristo, fue bautizado y abandonó el mundo, viviendo la vida eremítica con grandes privaciones en lo profundo del desierto más allá de Egipto. Su vida es relatada por el monje Serapión, que encontró a Marcos en avanzada edad y a punto de dejar esta vida, sin haber visto a ningún hombre durante noventa y cinco años. Serapión le dio sepultura después de su bendito reposo en el Señor, igual que Pafnucio había hecho con San Onofre (conmemorado el 12 de junio).