Eran naturales de Durostoro (hoy Silistria-Bulgaria); decapitados en Ozobia durante la persecución de Diocleciano.
Máximo era lector, mientras que Quintiliano y Dadas eran sus discípulos predilectos. Fueron denunciados por ser cristianos, apresados y encarcelados. Al día siguiente comparecieron ante la presencia de los dos procónsules Tarquinio y Gabino, también estaba el notario Magniliano; tuvo lugar el interrogatorio en el que los tres santos se mostraron fieles a su fe cristiana a pesar de las amenazas.
Llevados de nuevo a la cárcel fueron condenados a la pena capital en el año 303.
Fuente: hagiopedia.blogspot.com