San Agatónico era ciudadano de Nicomedia y un ferviente cristiano. Con gran celo convirtió a los griegos de la idolatría al Señor y los instruyó en la verdadera fe.
Por orden del emperador Maximiano, el cruel gobernador del emperador persiguió a los cristianos. Durante la persecución, el gobernador capturó a San Zótico en un lugar llamado Carpe, crucificó a sus discípulos y condujo a Zótico a Nicomedia, donde también capturó a San Agatónico, Príncipe, Teoprepio, Acindino, Severiano, Zenón y muchos otros. Apresados de forma segura, fueron conducidos a Bizancio.
Sin embargo, durante el camino, San Zótico, Teoprepio y Acindino murieron por el cansancio y a causa de muchas heridas. Asesinaron a Severiano cerca de Calcedonia y Agatónico y los demás fueron llevados a Tracia, a la ciudad de Selibria, donde después de ser torturados ante el emperador, fueron decapitados y entraron en la vida eterna y en el gozo de su Señor.
Fuente: cristoesortodoxo.com