Nacido en Kiev durante el siglo XI. Muere en Nóvgorod (Rusia) en el año 1108.
No se sabe mucho de su infancia. Siendo muy joven, San Nicetas ingresó en el monasterio de Kievo-Pechersky ('monasterio de las Cuevas', o 'de las Grutas', de Kiev), el cual abandonó rápidamente para hacerse eremita a pesar del consejo del abad (hegúmeno) Nicón, el cual opinaba que era prematuro hacer ese esfuerzo espiritual, pues era demasiado joven e inexperto.
Durante el encierro, el Patericoón de Kievo-Pechersk cuenta cómo a Nicetas se le apareció un "Ángel de luz". Este ángel ordenó a Nicetas no perder tiempo en oraciones ni dedicarse al estudio de las Sagradas Escrituras, y le prometió a Nicetas que oraría por él. Después de que el demonio, tomando la forma de un Ángel, comenzara a orar en la celda de Nicetas, este recibió el don de la clarividencia. Pronto se hablo del nuevo "clarividente" y las gentes, nobles y príncipes, comenzaron a venir a él para recibir su consejo y dirección. Pero pronto se notó una rareza: Nicetas no quería ni hablar del Nuevo Testamento: estudiaba y citaba solamente el Antiguo Testamento. Por fin los monjes se dieron cuenta de que Niceta había caído en las garras del demonio, al que expulsaron con sus oraciones. Volviendo en sí, Nicetas hizo una profunda penitencia y se transformó en un monje ejemplar y esforzado.
Poco tiempo después, Nicetas abandonó su encierro voluntario, volviendo al Monasterio de Kievo-Pechersky. No obstante, continuó con el ayuno riguroso y la oración.
Destinaba todos sus bienes a la limosna, pero de forma totalmente anónima, creando hospicios y escuelas para los necesitados. También intervino en la construcción de iglesias, así como en su ornamentación, contratando artistas de Bizancio y de Occidente. Tal es el caso de las iglesias de la Transfiguración, la de la Anunciación y la de la Natividad de la Madre de Dios.
Su vida fue austera, humilde y frugal. Debajo de sus vestimentas solía llevar atadas a su cuerpo unas pesadas cadenas de hierro.
Unos años más tarde, en el 1095, fue nombrado obispo de la ciudad de Nóvgorod. En este puesto se le consideró un gran predicador y gran promulgador del Evangelio.
La tradición afirma que Dios le concedió el don de hacer milagros, por lo que se le atribuyen varias curaciones, la capacidad de provocar lluvias cuando se necesitaban (durante las sequías) o la de apagar incendios. Actualmente, en la tradición bizantina, se le invoca como protección contra los rayos y el fuego.
En el año 1106 autorizó a san Antonio el Romano (cristiano natural de Roma, aunque afincado en Nóvgorod hasta su muerte) a que fundara un monasterio en los terrenos del río Vóljov, aunque no pudo verlo terminar debido a su muerte. Se trata del Monasterio de San Antonio (Nóvgorod), terminado en 1117.
Después de 13 años como obispo, San Nicetas falleció en paz en el año 1109. Fue sepultado en la catedral de Santa Sofía, dentro de las murallas del Kremlin de Nóvgorod.
Existe constancia documentada en el año 1420 en la cual se conocía con exactitud donde se encontraba su sepultura. No obstante, según cuenta la tradición, a mediados del siglo XVI, un varón piadoso decidió restaurar la sepultura, parece ser que en mal estado de conservación.
Efectivamente, en el año 1553 (otras fuentes indican el 1547, o 1558), en tiempos del Zar Iván El Terrible, sus reliquias fueron encontradas intactas y momificadas, incluso con las vestimentas litúrgicas. En esta ocasión volvieron a tener lugar curaciones, especialmente relacionadas con la ceguera, así como curiosas visiones sobre su persona.
En el año 1558 (otras fuente indican 1547) fue santificado por la Iglesia rusa. En la tradición Latina se le conoce como San Nicetas el Ermitaño.
Durante la Revolución Bolchevique, al igual que otros muchos santos rusos, sus reliquias fueron profanadas. La catedral de Santa Sofía de Kiev fue convertida en museo, y sus reliquias introducidas en una bolsa y depositadas en un almacén. En 1957, se trasladaron a la catedral de Yaroslavl, pero allí estuvieron poco tiempo, siendo de nuevo trasladadas a la iglesia de San Felipe Apóstol, donde permanecieron hasta el año 1993. Ese año fueron trasladadas a su lugar original, la catedral de Santa Sofía, donde se encuentran actualmente.
Fuente: Wikipedia
Adaptación propia