07/03 - Los Santos Obispos Mártires de Quersoneso: Basilio, Efrén, Eugenio, Capitón, Eterio, Agatodoro y Elpidio


Estos siete obispos fueron enviados a principios del siglo IV a Crimea por Hermón, Patriarca de Jerusalén, para que predicasen el Evangelio.


Era la población del Quersoneso pagana y de costumbres bárbaras. Los apóstoles comenzaron a predicar a Cristo, pero el Evangelio chocaba con la fiereza local, por lo que los paganos quisieron deshacerse de aquellos que predicaban un dios nuevo, incompatible con sus dioses vengativos y lujuriosos. Atraparon a los obispos y los sometieron a diversos tormentos: Basilio fue lapidado, Efrén, Eugenio, Agatodoro y Elpidio murieron decapitados. Solo se libró Eterio, que murió anciano y confesando a Cristo en paz. Le sucedió Capito, el cual también predicó incansablemente el nombre de Cristo.


Los escitas que vivían allí le pidieron una señal que confirmara la verdad del dios que proclamaba en su Evangelio. Así que lo invitaron a entrar en un horno de fuego ardiendo. Capito aceptó, pero antes de entrar declaró que Dios libraba a los que le amaban y servían, y que lo demostraría con él mismo. Hizo la señal de la cruz y entró por sí mismo en el horno. Al cabo de una hora lo sacaron y estaba ileso, logrando con este portento muchas conversiones a la verdadera fe.


Al parecer Capito fue uno de los padres conciliares en el I Concilio de Nicea en 325.


Otra versión le pone naufragado en un viaje y establecido en regiones de Grecia, donde evangelizó a los paganos. Como seguían adorando a los dioses, destruyó sus ídolos, a la par que levantaba un templo en honor de San Pedro. Fue capturado por los paganos y asesinado.



Fuente: Religión en Libertad

Adaptación propia