28/04 - Los Santos Nueve Mártires de Cízico


Los nueve Santos Mártires en Cícico, antigua ciudad griega fundada como colonia de Mileto alrededor del año 757 a.C. (actualmente se conoce como Bal-Kiz, en Balkiz Serai, en Turquía), se llamaban Teognis, Rufo, Antípatro, Teostico, Artemas, Magno, Teodoto, Taumasio y Filemón.


Aunque procedían de diversos lugares, fueron arrestados todos juntos en Cícico durante el período de la persecusión. Cuando fueron llevados frente al gobernador del lugar, mostraron una gran valentía y defendieron con audacia y valor su fe. Por esta razón, y para hacer que se arrepintiesen, los encarcelaron. Allí, sin pan ni agua, rezaban y alababan al Señor, que los hizo dignos de sufrir por Él, y se animaban y se daban fuerzas entre ellos.


Cuando el gobernador les preguntó por última vez si todavía seguían creyendo en Cristo, todos a una le respondieron que preferían el martirio a negar al Creador y Salvador del mundo. Lleno de ira, el gobernador ordenó enseguida su decapitación, regalándoles así la gloria celestial.


Veneración


En el año 324, después de que las persecuciones contra los cristianos terminaran bajo el gobierno de Constantino el Grande, los cristianos de Cícico sacaron los cuerpos incorruptos de los mártires de sus tumbas y los colocaron en una iglesia construida en su honor. En la iglesia ocurrieron muchos milagros ante las reliquias sagradas de los mártires: fueron sanados enfermos y trastornados mentales volvieron a sus cabales. A través de la intercesión de los santos mártires de Cícico, la fe de Cristo creció dentro de la ciudad y muchos paganos se convirtieron al cristianismo.


Durante el reinado de Juliano el Apóstata, de 361 a 363, los paganos de Cícico se quejaron de que los cristianos estaban destruyendo templos paganos. Respondiendo a las quejas, Juliano ordenó la reconstrucción de los templos paganos y el encarcelamiento del obispo Eleusio. Cuando el gobierno de Juliano terminó rápidamente tras su muerte, el obispo Eleusio pronto fue liberado y, dirigido por el recuerdo de los nueve santos mártires, la luz de la fe cristiana brilló de nuevo.


En Rusia, en 1678, no lejos de la ciudad de Kazán, el metropolitano Adrián, recordando el sufrimiento de los nueve mártires de Cícico y creyendo que la abundancia de gracia de estos santos disiparía los sufrimientos de la gente de Kazán de la enfermedad que asediaba la ciudad, propuso construir una iglesia en honor a los Nueve Mártires de Cícico. En 1691, el Metropolitano Adrián aprobó el establecimiento de un monasterio alrededor de la iglesia. El Monasterio de los Mártires de Cícico fue construido por el hierodiácono Esteban, que había traído consigo parte de las reliquias de los santos de Palestina.


San Demetrio de Rostov, que compuso el oficio a los Nueve Mártires, escribe: "A través de la intercesión de estos santos, se dio abundante gracia para disipar las fiebres y las enfermedades temblorosas". San Demetrio también describió los sufrimientos de los santos mártires y escribió un sermón para su fiesta.



Fuente: goarch.org / laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

Traducción del inglés y adaptación propias