13/07 - La Santa Mártir Golinduc


Santa Golinduc vivió en Persia durante el reinado de Cosroes II (590-628) y de Mauricio, emperador de la Nueva Roma (582-602).


Era una mujer pagana persa que tenía buena alma e intención. Dotada de una mente lúcida, Golinduc percibió la falsedad de la sabiduría pagana y reflexionó mucho sobre la que podría ser la verdadera Fe. Siempre buscó hacer el bien y alabó a Dios en su vida. Su marido, sin embargo, era mago y supersticioso.


Una vez Golinduc entró en trance y vio el cielo, un lugar brillante con mucha gente feliz vestida con ropas brillantes. Se sintió feliz y con nostalgia trató de meterse en ese agradable lugar. Un ángel se lo impidió diciéndole: "Solo los mártires  de Cristo entran aquí". E inmediatamente su visión se perdió, dejando a Golinduc triste. Cuando se recuperó, fue y encontró a los cristianos de la ciudad. "Quiero ser mártir de Cristo", les dijo. Fue recibida, le impartieron la catequesis y la bautizaron? poniéndole el nombre de María. ¡Y su alegría fue grandiosa!


Pero cuando su marido se enteró de todo esto, se quejó al rey, y Cosroes II ordenó que María fuera desterrada a una fortaleza que se llamaba "Olvido". Allí permaneció dieciocho años viviendo en sufrimientos y privaciones, pero teniendo en su corazón alegría y paz debido a su fe en Dios. De vez en cuando, la gente del rey trataba de persuadirla de que renegara de Cristo.


Durante el reinado del sucesor de Cosroes, su hijo Hormisdas, llegó a Persia un embajador del emperador bizantino Mauricio llamado Aristóbulo. Al enterarse de que desde hacía muchos años María la cristiana languidecía en la cárcel, Aristóbulo la visitaba repetidamente con el permiso del emperador y le enseñó a cantar los Salmos de David. Tras la partida de Aristóbulo, Hormisdas dio la orden de presentar a Santa María/Golinduc ante él, y durante mucho tiempo la torturó sometiéndola a todo tipo de palizas y tormentos. Pero en todos los tormentos, por intercesión de Dios, la santa fue preservada ilesa. Cuando la entregaron para ser contaminada, el Señor la hizo invisible para los impíos y conservó su pureza.


Al final fue arrojada a un pozo donde había una serpiente grande y venenosa y otros reptiles y animales. La dejaron allí durante cuatro meses, pero ninguno de los animales la molestó. De hecho, la para otros aterradora serpiente se acostumbró tanto a la presencia de María que le gustaba dormir a su lado.


Los paganos vieron todas estas cosas y se sintieron perplejos porque, a pesar de las penurias, María estaba en buen estado, pero no podían creer que fuera Dios quien le diera la fuerza y la salvaguardara. Pensaron que era una bruja. Por esta razón, después de hacerla pasar por muchas vicisitudes, el rey ordenó que la decapitaran.


La marcaron en el cuello y la llevaron al verdugo. En el camino un Ángel del Señor la hizo invisible por un momento y la sacó de la ciudad. Cuando Santa María entendió lo sucedido, se entristeció porque quería ser mártir de Cristo. Entonces el Ángel le dijo: "No te pongas triste; después de pasar por tanto, ya eres una mártir".


Luego, después de glorificar a Dios, María quiso ir en peregrinación a Tierra Santa. Allí pasó su tiempo rezando en las iglesias, enseñando y apoyando a los fieles e impartiendo catequesis a los paganos. Por eso fue amada por muchas personas que la tuvieron como madre. En Jerusalén denunció la herejía severiana, que enseñaba que la naturaleza divina en Cristo sufría y por eso recitaban el Trisagio de la siguiente manera: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, que fuiste crucificado por nosotros, ten piedad de nosotros." De hecho, el Patriarca le pidió que fuera a Constantinopla a rezar por los reyes cristianos. Ella respondió que no le quedaba suficiente tiempo para eso. Y ciertamente, poco después, mientras estaba en la Iglesia de San Sergio en la ciudad de Antioquía Migdonia (Nísibis, hoy conocida como Nusaybin en Turquía), se arrodilló, oró por el mundo entero y entregó su alma al manos de Dios.


La Iglesia griega recuerda todos los años a Golinduc el 13 de julio, mientras que las Iglesias eslavas lo hacen el 12 de julio. El Códice 266 de Patmos dice que su martirio fue registrado por Eustracio, presbítero de la Gran Iglesia de Cristo, que también escribió la vida de San Eutiquio.



Fuente: laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

Adaptación propia